Paelleras en Corea del Sur: Alma Foods

A lo largo de los más de tres años que llevamos en activo, en Webmenaje hemos enviado nuestros productos a los sitios más dispares: desde el vecino Portugal hasta Israel, pasando por ventas bastante frecuentes en Francia, Inglaterra y Alemania. Los quehaceres habituales de una empresa conformada por encantadoras y bellísimas personas.

Aunque ya hemos vivido bastante y empezamos a estar curtidos, la verdad es que todavía nos sorprenden algunas cosas; la última de ellas ocurrió hace un par de semanas, cuando recibimos un pedido de paelleras para el restaurante Alma Foods, especializado en comida española. Hasta aquí, nada extraño. Eso llegó cuando nos dijeron la dirección y resultó estar situado en mitad de Seúl. Corea del Sur, para los despistados.

A pesar de encontrarse en un país con una sólida tradición culinaria, que además está cruzada por las cocinas de países vecinos, como la china y la japonesa, en Alma Foods han optado por una carta española que, como podéis ver en las imágenes, resulta actual pero bastante ortodoxa, en la que una buena preparación y la calidad de las materias primas prevalecen sobre la experimentación. Por supuesto, desde la perspectiva coreana se trata en cierto modo de una muestra de exotismo, algo que también ayudaría a explicar el éxito que está teniendo el restaurante.

Uno de los platos estrella del Soul Food son los arroces. La aparición del arroz caldoso, del arroz negro o de una paella a la mejor manera valenciana supone toda una novedad para un país sumergido en la tradición oriental, donde el arroz suele servirse hervido o salteado (y que ha dado lugar a platos maravillosos como el bibimbap).

Como os enseñamos en una entrada anterior, las paelleras de Lacor están convirtiéndose en uno de nuestros productos más solicitados, especialmente en el ámbito profesional. Cada vez son más los restaurantes que las piden, desde Valencia hasta Seúl, y todos parecen quedar encantados con ellas. Resistentes, manejables y con una gran antiadherencia, resultan perfectas también para los cocineros amateur que quieran introducirse en el mundo del arroz sin riesgo de que se pegue y quede todo hecho un desastre.